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- La felicidad de la jubilación, no el vacío de la pensión
- Como máximo, a partir de los 35 años, las mujeres deberían ahorrar para la vejez.
- La preocupación por las pérdidas de dinero y las lagunas de conocimiento frenan a las mujeres a la hora de invertir.
- Sin provisión privada, las mujeres reciben una cuarta parte menos de pensión que los hombres.
4 minutos de lectura
Una pregunta para las mujeres: ¿os sobran 77 euros al mes? Sería para una buena causa: vuestra provisión privada para la vejez. Acostúmbrate a hacer esta inversión mensual a partir de tu 40º cumpleaños y tendrás muchas posibilidades de cerrar la brecha de tu pensión. Esto se produce si no has cotizado a la Seguridad Social durante unos años o no lo has hecho en su totalidad, por ejemplo, porque has trabajado a tiempo parcial o porque no has trabajado. Investigadores del mercado financiero de las Universidades de Mannheim y Tilburg han calculado que una media de 77 euros al mes puede ser suficiente para cubrir este desfase, suponiendo una rentabilidad anual del tres por ciento y una tasa de inflación media del 1,5 por ciento.
Invertir 77 euros al mes a partir de los 40 años puede cerrar la brecha de las pensiones.
Las mujeres sienten un déficit de conocimientos en los problemas del mercado de capitales
Solo una de ocho mujeres invierte en el mercado financiero
El cálculo solo funciona si el dinero invertido puede aumentar significativamente en el mercado, por ejemplo, invertir en acciones. Pero las mujeres tienen que ponerse al día cuando se trata de inversiones financieras de ese tipo. Durante mucho tiempo, han estado muy por detrás de los hombres en lo que respecta a las inversiones en el mercado financiero. Este fenómeno está bien documentado. Por ejemplo, una encuesta de la Sociedad para la Investigación de los Consumidores reveló que apenas una de cada ocho mujeres invierte.
[1]¿Qué explica la reticencia de las mujeres a invertir de forma privada? Quizá sea que muchas mujeres consideran que carecen de conocimientos suficientes para invertir y, por tanto, se preocupan menos por la rentabilidad, el riesgo y la brecha de las pensiones. Esta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Finanzas y Gestión de Frankfurt y la Universidad Goethe de Frankfurt por encargo de la Deutsche Börse. Mientras que el 71% de las mujeres encuestadas señalaron este motivo como causa de su escasa participación en el mercado de valores, sólo el 57% de los hombres lo hicieron.
Solo la mitad de mujeres que de hombres poseen acciones, ETFs o fondos.
En el mercado los hombres toman más riesgos que las mujeres.
Otro factor importante podría ser que los hombres y las mujeres perciben el riesgo de forma diferente. En la misma encuesta, el 70% de las mujeres citan el "nerviosismo ante las pérdidas aunque sean pequeñas", como la razón de su escasa participación en el mercado de valores, mientras que sólo la mitad de los hombres tienen una aversión similar al riesgo.
Esto también podría apoyarse en el hecho de que las mujeres que invierten, cuando lo hacen, distribuyen el riesgo más que los hombres. Se ha demostrado que son más propensas a invertir en fondos que en acciones individuales. Un estudio, por ejemplo, mostró que en 2019 la proporción de fondos en las carteras de las mujeres era de una cuarta parte, frente a solo el 18% de los hombres. Según una encuesta del Deutsches Aktieninstitut (Instituto Alemán de la Bolsa), solo 1,6 millones de mujeres en Alemania poseían acciones en 2020, mientras que 3,8 millones de hombres poseían valores con dividendos.
Oh, cariño, ¡tú te encargas de las finanzas!
Además, en muchas parejas, el rechazo femenino al mercado de valores parece estar basado en una concepción tradicional de los roles. En una reciente encuesta de TNS-Emnid, una de cada tres mujeres respondió que había cedido la responsabilidad de esta actividad a su pareja. Al mismo tiempo, los estudios también demuestran que el papel de la mujer ha cambiado considerablemente en los últimos tiempos. El empleo femenino, que probablemente aumenta la responsabilidad del propio patrimonio, es cada vez más la tendencia.
Esta evolución debería contribuir a cerrar la brecha de las pensiones. Hasta los 35 años, no hay grandes diferencias en los derechos de pensión de hombres y mujeres. Pero después la brecha se amplía. Los cálculos muestran que las mujeres en los países de la Unión Europea reciben actualmente una cuarta parte menos de prestaciones por jubilación que los hombres. Sin embargo, el mercado de capitales puede ayudar en este aspecto. Los estudios demuestran que, por término medio, cuando las mujeres invierten, obtienen mayores rentabilidades. Por ejemplo, superaron a los hombres en 2019 con una rentabilidad media de la cartera del 24,1%.