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- Fondos multiactivos: una buena opción para las diversas fases del mercado
- A través de una amplia diversificación por medio de diferentes activos, los fondos multiactivos pueden reducir el riesgo de las pérdidas potenciales.
- Al mismo tiempo, una combinación de este tipo en la inversión puede ofrecer oportunidades de rentabilidad a largo plazo.
- Adoptando un perfil defensivo, moderado y agresivo, los fondos multiactivos pueden ser universales para muchas situaciones del mercado.
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Una de las grandes figuras de la inversión estadounidense, Warren Buffett, explicó en una ocasión el secreto del éxito de los mercados de valores de la siguiente forma: “Regla número 1: nunca perdáis vuestro dinero. Regla número 2: nunca olvidéis la regla número uno”. A pesar de que muy pocos inversores querrían seguir este consejo, en la práctica no existen garantías de éxito.
No obstante, es posible plantearse si, por ejemplo, los fondos multiactivos podrían ayudar a mitigar los riesgos de pérdidas excesivas pues, a fin de cuentas, los gestores de fondos mutiactivos pueden incorporar clases de activos que van más allá de las acciones y de los bonos, como es el caso del oro, las materias primas, el mercado inmobiliario y las divisas. Esto hace que el riesgo de diversificación de estos fondos sea particularmente alto.
La gestión del riesgo a través de estrategias flexibles y de una amplia diversificación
Cuanto menor sea el vínculo entre los activos individuales y el fondo multiactivo en términos de comportamiento y volatilidad[1], mayores son los riesgos de pérdidas en los que se puede incurrir.
Dado que las clases de activos se comportan de forma muy variada en función de las diferentes fases del mercado, las ganancias de algunas de ellas pueden amortiguar, compensar o, en el mejor de los casos, reparar las pérdidas de otros activos.
“La pandemia del coronavirus ha mostrado de nuevo que, en ocasiones, hay luces y sombras durante las crisis de los mercados financieros. Mientras que, por ejemplo, el oro experimentó máximos en 2020, el dólar perdió terreno frente al euro”, explica Björn Jesch, Global Head of Multi Asset & Solutions and CIO EMEA en DWS.
Las acciones y las commodities pueden proporcionar, por ejemplo, oportunidades de rentabilidad durante los periodos económicos alcistas. Cuando la economía crece, no solo aumentan los beneficios corporativos, sino también el precio de las commodities que, normalmente, experimenta después una demanda mayor. Por otra parte, los metales preciosos como el oro han demostrado su capacidad para actuar como generadores de rentabilidad en las coyunturas económicas más complejas.
Los fondos multiactivos pueden construirse para cualquier perfil de riesgo
Además de las clases tradicionales de activos, los gestores de fondos multiactivos también pueden moverse hacia inversiones en infraestructuras, renta variable privada[2] y segmentos de derivados[3] para diversificar[4] aún más. Este último, si se usa con cuidado, puede ayudar a cubrir las pérdidas frente a componentes concretos de un fondo de multiactivos.
Algunos gestores de este tipo de fondos van un paso más allá en la búsqueda de nichos dentro del mercado financiero, añadiendo inversiones de impacto e inversiones temáticas[5] a sus carteras -por ejemplo una cesta de acciones gestionadas de forma activa que representen la tendencia de la digitalización-.
En este contexto, los fondos multiactivos pueden adaptarse al perfil de riesgo del inversor, entre los que se distingue un enfoque defensivo, moderado u agresivo, dependiendo de si la prioridad se encuentra más en la conservación del capital o en aprovechar las oportunidades de rentabilidad. En esencia, esto mismo se aplica a los productos multiactivos: un mayor riesgo implica mayores perspectivas de rentabilidad.
“En última instancia, el comportamiento que tenga un fondo está en manos de los gestores del fondo y de sus evaluaciones del mercado” explica Björn Jesch. “La gestión tiene que ofrecer una visión amplia que permita decidir cuándo, cómo y en qué medida se modifican los activos del fondo”. De forma ideal, la gestión del fondo supera a las clases de activos individuales exactamente cuando presentan las mayores rentabilidades, -por ejemplo cuando las acciones se encuentran al alza-. Al mismo tiempo, hacer una correlación tan débil como sea posible de las inversiones con estos activos debería reducir el riesgo de pérdidas en fases de turbulencias, a la par que ofrecer sus propias oportunidades de rentabilidad.
Nuevo año en el mercado de valores; nuevos desafíos para los multiactivos
Por todo ello, los fondos multiactivos pueden desempeñar el papel de “universales” tanto en periodos de crecimiento como de crisis. Con este telón de fondo, no es sorprendente que, de acuerdo con las últimas estadísticas del German Fund Association BVI, los fondos mixtos[6] y multiactivos[7] registraran las mayores entradas dentro del espectro de los fondos de inversión en 2020, con datos que, a finales de septiembre, ya habían alcanzado un total de 7.800 millones de euros.
En este sentido, 2021 podría ser un año prometedor para los inversores en multiactivos. La continuidad de la pandemia, las expectativas de recuperación económica, el entorno de tipos de interés bajos, las valoraciones altas de muchos activos, así como factores geopolíticos como el nuevo Gobierno de Estados Unidos son situaciones que traerán consigo luces y sombras, lo que se traducirá, en definitiva, en oportunidades para aquellas inversiones ampliamente diversificadas.
El gestor Björn Jesch señala que “en 2021 será más importante que nunca que los inversores hagan ponderaciones desde una perspectiva multiactiva que les permita evaluar qué activos merece la pena seguir y dónde tiene más sentido cubrir la cartera ante posibles fases de estrés de mercado”. Si se adopta este enfoque, la segunda norma de la inversión establecida por Warren Buffett tiene muchas posibilidades de alcanzarse con éxito.