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- Inteligencia Artificial: ¿boom, caída o aumento sostenible de los beneficios?
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A pesar de los resultados mixtos de las empresas tecnológicas en las últimas semanas, el índice NASDAQ 100 sigue un 42,2% arriba en lo que va de año, y alcanzó un máximo de 15.860 puntos a finales de julio[1]. A su vez, algunos de sus componentes cotizan con una relación precio/beneficio récord, algunos de ellos muy por encima de 200,[1] en nuestra opinión, generalmente impulsados por el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial. Con estas valoraciones de vértigo, es difícil no pensar en algunos paralelismos con el entusiasmo tecnológico del milenio[2] [3].
Estos paralelismos superficiales pueden resultar engañosos. Históricamente, es relativamente común encontrar ratios precio-beneficio altas en acciones tecnológicas de áreas novedosas, dado el importante potencial de crecimiento que pueden llegar a ofrecer[4]. Por supuesto, estos ratios solo se justifican siempre y cuando el esperado crecimiento de los beneficios se materialice.
Nuestro Gráfico de la Semana ilustra las ratios precio/beneficio y los beneficios por acción (BPA) del NASDAQ 100, con un elevado componente tecnológico, durante los últimos 10 años. Los múltiplos de los beneficios están muy por encima de las medias históricas, lo que sugiere expectativas de fuerte crecimiento futuro. Sin embargo, el múltiplo de 35 veces los beneficios del NASDAQ 100 sigue estando muy por debajo de su máximo histórico de más de 110 veces (¡!) durante el pico del rally de las puntocom[1]. Al mismo tiempo, las expectativas de beneficios han aumentado recientemente, lo que sugiere que el rally actual está impulsado principalmente por las expectativas de aumento de los beneficios en los próximos trimestres.
Lo que el NASDAQ 100 ya está valorando
* Beneficios por acción
Fuentes: Bloomberg Finance L.P., DWS Investment GmbH a 8/2/23
Una comparativa más adecuada con los tiempos actuales ppodría ser la experiencia de la era Web 2.0 a mediados de la década de 2000. No cabe duda de que la IA tiene potencial para mejorar el crecimiento de la productividad. Investigaciones recientes de McKinsey estiman que la IA generativa podría añadir alrededor de entre 2,6 y 4,4 billones de dólares anuales en 16 funciones empresariales globales[5]. Sin embargo, llegar a ese punto podría llevar un tiempo. Stuart Russell, veterano de la IA, afirma que "la visión que el mundo recibe de los medios de comunicación guarda muy poca relación con lo que realmente ocurre en los laboratorios de investigación del mundo". En otras palabras, en la IA, como en otras áreas, "una buena idea -un verdadero avance- pasará a menudo desapercibida y puede que solo más tarde se entienda que ha proporcionado la base para un avance sustancial en la IA"[6].
Por supuesto, incluso las herramientas de IA ya desarrolladas podrían suponer cambios revolucionarios en la productividad de numerosas profesiones, una vez que las empresas aprendan a sacarles el máximo partido. La inteligencia artificial, como las máquinas de vapor o la electricidad, es una tecnología de uso general que tardará en adoptarse en todos los sectores[7].
Lo que nos lleva de nuevo a los vertiginosos ratios precio/beneficio del NASDAQ que se ven actualmente en Wall Street. Justificarlos caso por caso, con hipótesis detalladas sobre productos, competencia, casos de uso y similares sigue siendo de la máxima importancia. En la actualidad, sólo hay unas pocas empresas, muy experimentadas, que desarrollan e implantan modelos de IA de forma rentable en su gama de productos. Sin embargo, la mayoría de las empresas están empezando a integrar la IA y es posible que los futuros ganadores en este campo ni siquiera se hayan fundado. “Como ocurre con cualquier otro producto, no todos los participantes en el mercado desarrollarán productos rentables", advierte Felix Armbrust, gestor de la cartera del fondo DWS Artificial Intelligence, y subraya que "identificar a los ganadores y perdedores de la IA requiere inversores experimentados que tengan una visión realista del tema".