El año 2024 ha cerrado como un año sorprendentemente positivo para los mercados financieros. Las rentabilidades han sido notables en todos los frentes, con las bolsas europeas registrando un incremento del 20% y las estadounidenses superando el 25%. Esta clara dominación de los mercados bursátiles americanos sobre los europeos ha sido impulsada principalmente por el auge de la Inteligencia Artificial.
En el ámbito de la renta fija, también se han observado retornos positivos, aunque más modestos de lo anticipado a principios de año. La llegada de Donald Trump a la presidencia ha influido en los bonos de mayor duración, que han visto un aumento en sus tasas hacia finales de año debido a las expectativas de mayor inflación derivadas de sus políticas.
El precio del petróleo se ha mantenido estable, mientras que los metales preciosos como el oro y la plata han experimentado incrementos superiores al 25%. En el mercado de divisas, el euro se ha debilitado frente al dólar, reflejando un fortalecimiento de la moneda estadounidense.
A pesar de estos resultados positivos, el año no ha estado exento de desafíos. Los factores geopolíticos y electorales han jugado un papel crucial, añadiendo volatilidad y complejidad al panorama económico global. En resumen, 2024 ha sido un año de contrastes, con importantes ganancias en los mercados financieros, pero también con un entorno incierto y cambiante.
Mariano Arenillas, responsable de DWS Iberia, ha presentado el último Trend Talks del año, en el que aborda las perspectivas para el próximo año y los principales temas que marcarán el ritmo de los mercados en el siguiente ejercicio.
¿Cuáles serán los desafíos económicos y oportunidades que nos podemos encontrar en 2025?
Para 2025, será crucial vigilar una serie de factores que podrían influir significativamente en los mercados financieros y la economía global. El sentimiento de DWS es constructivo, basado en la expectativa de bajadas de tipos de interés y un crecimiento moderado, aunque débil, con cierta desaceleración tanto en Estados Unidos como en Europa, pero con economías que siguen creciendo.
Uno de los principales factores a tener en cuenta será la incertidumbre de la inflación. Aunque se espera que las políticas monetarias más flexibles ayuden a controlar la inflación, su evolución seguirá siendo un punto crítico de vigilancia.
El segundo factor importante será la situación geopolítica. Actualmente, hay tres focos de tensión: la guerra entre Rusia y Ucrania, la inestabilidad en Oriente Medio y las posibles tensiones entre China y Taiwán. Estos conflictos pueden tener repercusiones significativas en los mercados y en la estabilidad económica global.
El tercer factor a considerar es la economía alemana, que está enfrentando desafíos a nivel europeo. Dada su importancia en la economía de la Unión Europea, el desempeño de Alemania será crucial para el crecimiento económico de la región.
El cuarto factor será la evolución de las economías de China e India. Con poblaciones que superan los mil millones de habitantes, estos países tienen un impacto considerable en los mercados globales. Su crecimiento y políticas económicas serán determinantes para la evolución de los mercados.
Finalmente, el Rally de la Inteligencia Artificial será otro aspecto clave a observar. La rápida adopción y desarrollo de la IA presenta tanto oportunidades como riesgos, y su impacto en los mercados y en diferentes sectores económicos será un tema de gran relevancia.
En resumen, 2025 se perfila como un año de vigilancia constante y adaptación a múltiples factores económicos y geopolíticos que influirán en la estabilidad y crecimiento de los mercados financieros.
