- Inicio »
- Mercados y Estrategias »
- Mercados »
- Perspectivas de mercado »
- Update »
- Wanderlust - Por qué los inversores se sienten atraídos por los mercados emergentes
- Los inversores apuestan por que China y otros países asiáticos continuarán siendo el motor de la economía global.
- Las perspectivas de crecimiento a medio y largo plazo son significativamente mejores que las de los mercados desarrollados.
- En este escenario, y siempre que los inversores no pasen por alto los riesgos, pueden beneficiarse a largo plazo del potencial de rentabilidad de los mercados emergentes, que es significativamente mayor que el de los países industrializados occidentales.
para leer
El MSCI Emerging Market Index es el barómetro de precios más conocido para los mercados emergentes. Incluye cerca de 1400 acciones de 27 países distintos.
Tras un año de pandemia, hay muchas ganas de viajar. En circunstancias normales, los alemanes viajarían a cualquier lugar, pero, sin embargo, este “wanderlust” o pasión por viajar no se ha reflejado en sus decisiones de inversión. Así, muchos alemanes muestran lo que se denomina “sesgo doméstico”, es decir, prefieren invertir sus ahorros en su propio país que buscar oportunidades prometedoras en zonas remotas. Aun así, los mercados emergentes pueden ofrecer oportunidades de rentabilidad particularmente buenas. En términos de riesgo, los inversores también se pueden beneficiar de una ratio rentabilidad-riesgo mejor si tienen una cartera diversificada.
La caída de los mercados emergentes en las carteras
Los mercados emergentes están especialmente infrarrepresentados en muchas carteras. Estos mercados son países en desarrollo que ya están inmersos en el proceso de transformación económica y que, por tanto, están experimentando un elevado crecimiento económico. Están, por así decirlo, en el umbral de convertirse en naciones industrializadas. Los mercados emergentes se encuentran principalmente en Asia, pero también están en América Central y América Latina, así como en algunas zonas de Europa del Este.
Actualmente, hay numerosos factores que juegan a favor de los mercados emergentes. En primer lugar, se encuentran las condiciones económicas, con los mercados emergentes demostrando ser el motor de la economía global. Muchos mercados emergentes -sobre todo China, cuya participación en el índice es muy alta, del 39%- han implementado estrictas medidas para contener la expansión del coronavirus. Esto permitió que los políticos relajasen las restricciones económicas y sociales en una frase temprana, de modo que la industria pudiera recuperarse de la caída.
Crecimiento dinámico en Asia
Recientemente, los expertos en economía de DWS elevaron sus perspectivas de crecimiento para China de un 8,2% a un 8,7%. Se espera que el resto de mercados emergentes en Asia crezcan a una ratio por encima de la media de en torno al 8%.
"Al comienzo de una fase de ascenso económico mundial, las bolsas de los mercados emergentes registran inicialmente solo ganancias moderadas", afirma Sean Taylor, que gestiona el fondo DWS Invest Global Emerging Markets Equities desde 2014. "Sin embargo, si el repunte resulta ser sostenible, el apetito por el riesgo de los inversores también aumenta y el capital fluye hacia los mercados emergentes".
Muchos países emergentes de Asia fueron rápidos en la contención del coronavirus y, por ello, han sido capaces de levantar antes las restricciones.
A través de su plan "Made in China 2025", el país se esfuerza por alcanzar el liderazgo tecnológico en importantes sectores industriales.
Otro factor que impulsa las valoraciones de las acciones al alza es la rápida recuperación de los precios de las materias primas, debido al aumento de la demanda de petróleo crudo y metales industriales a medida que la economía mundial se recupera. Esto favorece a los mercados emergentes que exportan materias primas, como Brasil, Rusia o Sudáfrica.
Por último, no podemos olvidar que China, en particular, ha pasado de ser el "una extensión del workbench de Occidente" a convertirse en un centro tecnológico. En su plan estratégico "Made in China 2025", el gobierno de Pekín ha anunciado que su objetivo es convertir diez industrias nacionales en líderes tecnológicos mundiales. Esta conexión tecnológica con los países industrializados debería estimular aún más el potencial de crecimiento de la renta variable en China.
Incertidumbre en el dólar estadounidense
Un factor crítico para los mercados emergentes es la trayectoria del dólar estadounidense. Si el dólar se fortalece, las consecuencias para los mercados emergentes tienden a ser negativas, pues en ocasiones contraen elevadas deudas de esta divisa. Un fortalecimiento de la moneda estadounidense aumenta la carga de su deuda y presiona a sus propias divisas. Sin embargo, últimamente hay indicios de que la dependencia de algunos mercados emergentes con respecto a la evolución del dólar ha disminuido. Esto se debe a que sus indicadores económicos han mejorado y a que sus monedas ya no fluctúan tanto como antes, lo que es positivo para los inversores. Los inversores que se planteen asignar a la renta variable de los mercados emergentes deben tener en cuenta el riesgo de contratiempos en la lucha contra la pandemia, así como los riesgos de tipo de cambio.
Los inversores tampoco deberían ignorar los riesgos políticos. Turbulencias como las que se han producido recientemente en Turquía, tras la destitución del director del banco central, y el latente conflicto comercial entre EE.UU. y China podrían erosionar la confianza en los mercados emergentes.
Los gestores de fondos con experiencia traen beneficios
Las diferencias económicas, sociales y políticas de los mercados emergentes hacen que sea difícil seleccionar las acciones adecuadas. Las soluciones de fondos como el fondo DWS Invest Global Emerging Markets Equities pueden ayudar. Los experimentados gestores de fondos vigilan la idiosincrasia del mercado y reaccionan ante las cambiantes condiciones que se producen en él. Esto permite que la renta variable de los mercados emergentes desarrolle su potencial de rentabilidad como una vertiente adicional en una cartera bien estructurada sin que los inversores tengan que asumir demasiado riesgo.