24.03.2023 CIO View

Investment Traffic Lights

Nuestro análisis mensual del mercado y posicionamiento

  • La confianza del mercado se ha visto gravemente afectada por el colapso de los bancos en marzo. Todavía queda por ver hasta qué punto se mantendrá el reciente sobresalto sobre el crecimiento del PIB.
  • Hicimos nuestras previsiones antes de la caída del mercado, pero seguimos manteniendo una actitud moderadamente confiada para los próximos 12 meses.
  • Prevemos una mayor volatilidad y creemos que una cartera bien diversificada es la mejor manera de hacer frente a la incertidumbre.
5 minutos de lectura

1 / Perspectivas de mercado

  • Las rĂ¡pidas fluctuaciones de tipos por parte de los bancos centrales empiezan a causar turbulencias

 

La volatilidad del mercado revela debilidades en el sector financiero; los riesgos sistémicos, sin embargo, son menores que en 2008.

 

Si se quisiera resumir el estado del mercado en marzo en un Ă­ndice, el MOVE[1] serĂ­a una buena elecciĂ³n. Mide el nerviosismo en el mercado de deuda pĂºblica estadounidense mediante el seguimiento de la volatilidad implĂ­cita de las opciones sobre bonos del Tesoro. Ha pasado de 120 a principios de marzo a alrededor de 200 a mediados de mes. Es el nivel mĂ¡s alto desde el otoño de 2008, cuando llegĂ³ a 250. Incluso durante el pĂ¡nico del mercado en marzo de 2020, sĂ³lo alcanzĂ³ 164. Esto es un indicio de la gravedad de los sĂ­ntomas de abstinencia a medida que el mercado se ve privado de la dulce droga de la liquidez.

El ciclo de subidas de tipos, con la Reserva Federal estadounidense (Fed) aumentando el precio del dinero en 4,75 puntos porcentuales en menos de un año, es el mĂ¡s pronunciado en mĂ¡s de 40 años. Dado el inusual terreno en el que tambiĂ©n ha operado el BCE durante mĂ¡s de una dĂ©cada -con tipos de interĂ©s cero o negativos-, cabrĂ­a esperar que el salto del tipo de depĂ³sito del BCE del -0,5 % al 3,0 % en sĂ³lo nueve meses tuviera tambiĂ©n algĂºn efecto explosivo. Pero hasta ahora, en comparaciĂ³n con marzo de 2020, la reciente agitaciĂ³n del mercado ha sido leve.  La diversificaciĂ³n ha dado sus frutos. Las clases de activos consideradas seguras, como la deuda pĂºblica, el oro y los sectores de renta variable defensivos, han ganado valor. Nos mantenemos relativamente tranquilos en las comparaciones con la crisis financiera de 2008 que provocaron las quiebras bancarias en EE.UU. y la destacada dificultad de un banco en Europa.  Especialmente en Europa, una serie de cambios ha hecho que la crisis sistĂ©mica parezca hoy mucho menos probable. Ahora hay mayores requisitos de capital y liquidez para los bancos, una participaciĂ³n insignificante del mercado interbancario en la financiaciĂ³n a corto plazo, un desplazamiento de gran parte de la negociaciĂ³n de derivados a las cĂ¡maras de compensaciĂ³n y, por Ăºltimo, pero no menos importante, un conjunto significativamente mayor de instrumentos de emergencia en manos de los bancos centrales. Estas reformas deberĂ­an ayudar a evitar que se repita lo de 2008.

En Ăºltima instancia, la tensiĂ³n en el sector bancario a ambos lados del AtlĂ¡ntico puede haber sido inevitable.  En la historia de los ciclos fuertes de subidas de tipos de la Fed siempre ha habido vĂ­ctimas. Ahora es probable que se endurezcan las condiciones financieras, especialmente las normas de concesiĂ³n de prĂ©stamos, lo que acabarĂ¡ afectando al crecimiento econĂ³mico. Pero el endurecimiento de las condiciones financieras tambiĂ©n ayudarĂ¡ a los bancos centrales a luchar contra la inflaciĂ³n.

Aunque seguimos esperando sĂ³lo una ligera desaceleraciĂ³n en Europa y una leve recesiĂ³n en Estados Unidos, el mercado se ha vuelto mucho mĂ¡s cauto, si se toman al pie de la letra dos datos del miĂ©rcoles. Ahora se espera que la Reserva Federal suba los tipos de interĂ©s una sola vez mĂ¡s y que los recorte cuatro veces antes de fin de año. Y el precio del petrĂ³leo, que suele considerarse un barĂ³metro econĂ³mico, ha caĂ­do 13 dĂ³lares hasta los 73 dĂ³lares por barril en marzo, su nivel mĂ¡s bajo desde diciembre de 2021.

 

2 / Perspectivas y cambios

 

Al tratarse de la ediciĂ³n trimestral Investment Traffic Lights, nos centramos como de costumbre en los objetivos estratĂ©gicos, es decir, a 12 meses, decididos a principios de marzo. Nuestros objetivos para las cotizaciones bursĂ¡tiles eran moderados, con rendimientos alimentados en gran medida por el pago de dividendos. En cuanto a la renta fija, preveĂ­amos un ligero aumento de los rendimientos, pero seguĂ­a proporcionando una rentabilidad total respetable dado el elevado rendimiento actual. Algunos de los objetivos de precios parecen ahora muy ambiciosos tras unos dĂ­as de gran volatilidad. Nuestras previsiones de rentabilidad de la deuda pĂºblica tambiĂ©n se han alejado ahora bastante de los niveles de mercado. Pero esto refleja la gran volatilidad actual de los mercados.

 

2.1. Renta Fija

 

Bonos del estado

Ahora esperamos que el tipo terminal de la Reserva Federal (Fed) alcance el 5,25-5,5% a finales del segundo trimestre. La inflaciĂ³n parece rĂ­gida y existe cierto riesgo alcista para los bonos del Tesoro estadounidense. Hemos elevado nuestra previsiĂ³n al 4,4% para los vencimientos a 2 años y al 4,3% y 4,4% para los bonos del Tesoro a 10 y 30 años, respectivamente. Se espera que la curva vuelva a empinarse, pasando de la fuerte inversiĂ³n actual a una curva plana de facto dentro de 12 meses.

 

Investment-grade (IG) credit

A pesar de las perspectivas de inflaciĂ³n elevada y de un entorno econĂ³mico dĂ©bil, estamos reduciendo modestamente nuestro objetivo de diferencial para el crĂ©dito estadounidense con investment grade (IG), de 130 a 110 puntos bĂ¡sicos, gracias a la estabilidad de las calificaciones y a las fortalezas fundamentales en apalancamiento y liquidez, asĂ­ como a la demanda mundial de rentabilidad. Las perspectivas para la zona euro son igualmente positivas: en este caso, la lentitud del entorno econĂ³mico es beneficiosa para esta clase de activos. Pero la elevada volatilidad del mercado de bonos es menos Ăºtil.

High-yield credit

El atractivo del carry se aplica aĂºn mĂ¡s a los bonos High Yield (HY). No esperamos una tendencia clara en los diferenciales. En EE.UU. preferimos los valores de mayor calificaciĂ³n, mientras que en Europa evitamos los sectores inmobiliario, manufacturero y minorista.

 

Mercados emergentes

Nuestra previsiĂ³n de diferencial a 12 meses para los bonos soberanos de los mercados emergentes (ME) es de 470 puntos bĂ¡sicos, lo que supone un carry atractivo.  Nos gusta la amplia base de emisores, especialmente para los bonos en euros. Dados los retos geopolĂ­ticos, seguimos siendo selectivos con los paĂ­ses.  Somos positivos en Asia en general debido a la reapertura de China. Preferimos los emisores HY a los IG.

 

Divisas

Creemos que un BCE mĂ¡s duro (tambiĂ©n en relaciĂ³n con la Fed) deberĂ­a impulsar al euro hacia nuestro nuevo objetivo estratĂ©gico de 1,10.  La reapertura de la economĂ­a china deberĂ­a traducirse en una mayor estabilizaciĂ³n del renminbi, y ahora prevemos un tipo de cambio de 6,95 frente al dĂ³lar estadounidense, frente al 7,35 anterior.

 

2.2. Renta variable


El mensaje clave de nuestras perspectivas para 2023 - "Existen poderosas alternativas (TAPAs por sus siglas en inglĂ©s)" a la renta variable en el mercado de renta fija- sigue siendo vĂ¡lido. La subida de los tipos de interĂ©s deberĂ­a limitar la revalorizaciĂ³n de la renta variable. AdemĂ¡s, como el impulso econĂ³mico sigue siendo bajo, prevemos unos beneficios planos en 2023 y un crecimiento de los beneficios por acciĂ³n (BPA) limitado a alrededor del 5% a medio plazo. Por lo tanto, mantenemos nuestro objetivo para el S&P 500 en marzo de 2023 en 4.100 puntos. SegĂºn nuestro modelo, el S&P sĂ³lo puede alcanzar los 5.000 en los prĂ³ximos 12 meses si los rendimientos estadounidenses caen hasta el 2,5% y el crecimiento del BPA se acelera hasta el 10%. Ambas hipĂ³tesis nos parecen muy improbables.

 

2.3. Alternativos

Bienes inmuebles

El rendimiento de las inversiones ha tropezado con la correcciĂ³n de los precios inmobiliarios en respuesta a la subida de los tipos de interĂ©s. Sin embargo, los fundamentos siguen siendo sĂ³lidos, con bajas tasas de desocupaciĂ³n y un crecimiento saludable de los alquileres en la mayorĂ­a de los sectores y regiones. A pesar de una leve recesiĂ³n en EE.UU., prevemos que los mercados seguirĂ¡n ajustados a medida que la construcciĂ³n se desacelere. La "huida hacia la calidad" de los inquilinos hacia edificios eficientes desde el punto de vista energĂ©tico e hĂ­drico con buena calidad del aire estĂ¡ apoyando la renovaciĂ³n de oficinas, especialmente en Europa.

 

Infraestructuras

En un plazo mĂ¡s largo, las infraestructuras siguen estando bien situadas para adaptarse a la subida de los tipos y la inflaciĂ³n, dados los buenos resultados registrados en 2022. La competencia por las inversiones de gran capitalizaciĂ³n deberĂ­a seguir siendo intensa, con una captaciĂ³n de fondos rĂ©cord en un nĂºmero menor de fondos. Existen niveles significativos de apoyo polĂ­tico en toda Europa y EE.UU. que permiten a los inversores centrarse en inversiones de transiciĂ³n energĂ©tica a escala.

Oro

Los riesgos geopolĂ­ticos, la obstinaciĂ³n de la inflaciĂ³n, el acercamiento de la Fed a los niveles mĂ¡ximos de su ciclo de subidas y las tensiones en el sector bancario son vientos de cola para el oro. Ya ha demostrado ser una buena cobertura en los volĂ¡tiles dĂ­as de mercado de marzo. La elevada demanda de los minoristas y los bancos centrales se suma a las perspectivas positivas.

 

PetrĂ³leo

Nuestra previsiĂ³n para el petrĂ³leo es bastante osada: 100 dĂ³lares por barril de crudo Brent dentro de un año. La reapertura de China provocarĂ¡ un aumento de la demanda y la OPEP sigue restringiendo la producciĂ³n, que tambiĂ©n sigue lastrada por años de inversiĂ³n insuficiente. La reciente debilidad del precio del petrĂ³leo debido a las preocupaciones sobre el crecimiento del PIB estĂ¡ propiciando mejores puntos de entrada. El interĂ©s chino por impulsar el gasto de los consumidores tambiĂ©n deberĂ­a impulsar la demanda de energĂ­a por los desplazamientos adicionales.

 

2.4 ESG

El reciente descenso de los precios del gas en Europa ha hecho mĂ¡s viable econĂ³micamente el cambio del carbĂ³n al gas para la generaciĂ³n de electricidad. Esto probablemente reducirĂ¡ la demanda incremental de derechos de emisiĂ³n de la UE. AdemĂ¡s, la reanudaciĂ³n prevista de la generaciĂ³n nuclear e hidroelĂ©ctrica podrĂ­a pesar negativamente en el precio del gas a corto y medio plazo. Por otro lado, una mejora de las perspectivas macroeconĂ³micas y una generaciĂ³n renovable o de gas inferior a la prevista podrĂ­an apoyar los precios de los derechos de emisiĂ³n. QuizĂ¡ sea prudente añadir una advertencia: en lo que respecta a la previsiĂ³n de precios, observamos que las materias primas con mayores niveles de volatilidad, como los precios europeos del carbono, presentan errores de previsiĂ³n asociados significativamente mĂ¡s elevados.

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