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- Investment Traffic Lights Enero 2024
- El año pasado fue sorprendente en muchos aspectos, aunque a final de año de forma positiva, ya que casi todos los activos financieros generaron rentabilidades decentes.
- El pronunciado repunte de fin de año de 2023, que se basó principalmente en las nuevas esperanzas de recortes de los tipos de interés en 2024, fue uno de los responsables.
- Dadas las valoraciones, una vez más impresionantes, se espera un buen año 2024 para la inversión. Es probable que los mercados reaccionen con mucha sensibilidad ante cualquier decepción, por ejemplo, en materia de inflación o crecimiento económico.
10 minutos para leer
1 / Perspectivas de mercado
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Es probable que la forma en la que terminĂ³ 2023 plantee un dilema a muchos estrategas del mercado. Suelen preparar sus perspectivas anuales hacia mediados de noviembre. Por aquel entonces, el rally de fin de año ya habĂa comenzado, pero su magnitud debiĂ³ de sorprender a casi todo el mundo y ahora plantea la siguiente pregunta: ¿hay que mantener los objetivos absolutos de precios y dejar asĂ que el potencial de rentabilidad se funda en cero? Por el contrario, ¿adapta su marco de previsiĂ³n para 2024 a los movimientos optimistas del mercado y convierte asĂ un aterrizaje suave de la economĂa (estadounidense) en el escenario principal, es decir, sĂ³lo una breve y ligera desaceleraciĂ³n de la producciĂ³n econĂ³mica y, al mismo tiempo, unas tasas de inflaciĂ³n sostenidamente bajas? ¿O tal vez deberĂan algunos economistas y otros expertos del mercado abstenerse por completo de hacer previsiones demasiado precisas, dados los numerosos fracasos de los pronĂ³sticos en los Ăºltimos años? Antes de entrar en materia, repasemos 2023.
El año no estuvo exento de sorpresas. A diferencia del 2022, las tasas de inflaciĂ³n de 2023 se movieron en la direcciĂ³n prevista por la mayorĂa. Lo sorprendente fue, por un lado, el robusto crecimiento estadounidense. Esto se aprecia claramente en las expectativas de los estrategas encuestados por Bloomberg. Sus estimaciones de crecimiento para 2023 cayeron del 2,5% a lo largo de 2022 al 0,3% a finales de año, para volver a subir al 2,4% a lo largo de 2023. TambiĂ©n sorprendieron los tipos de interĂ©s, que siguieron subiendo hasta finales de octubre. Esta subida sĂ³lo se frenĂ³ brevemente en primavera, cuando las dificultades del sector bancario estadounidense llevaron a la Reserva Federal (Fed) a inyectar nueva liquidez. Por lo demĂ¡s, hasta mediados de otoño, parecĂa verosĂmil que los bonos soberanos a largo plazo de muchos paĂses pudieran experimentar un tercer año consecutivo de pĂ©rdidas, una rareza extraordinaria en el mundo desarrollado. Otra sorpresa vino de los mercados bursĂ¡tiles, que tambiĂ©n evolucionaron bien a pesar de los tipos de interĂ©s en constante aumento. Y, de nuevo sorprendentemente, se apoyaron sobre todo en los grandes valores tecnolĂ³gicos estadounidenses, cada vez mĂ¡s conocidos como los "Siete MagnĂficos" o los "Ocho Grandes", segĂºn cuĂ¡les y cuĂ¡ntos decida incluir un determinado estratega. La razĂ³n de la sorpresa entre muchos es que estos valores han sido en realidad relativamente sensibles a los tipos de interĂ©s en el pasado inmediato. De media, duplicaron su valor de mercado el año pasado y contribuyeron asĂ en dos tercios al aumento del valor de todo el S&P 500. Muchas inversiones vieron en el bombo publicitario en torno a la inteligencia artificial un catalizador clave. TambiĂ©n hay que mencionar que estos siete valores perdieron casi la mitad de su valor en 2022, por lo que sĂ³lo ganaron ligeramente en el periodo de dos años.
El cuarto trimestre fue una autĂ©ntica montaña rusa. El ataque de HamĂ¡s contra Israel, unas cifras trimestrales poco alentadoras y la retĂ³rica cautelosa de los bancos centrales coincidieron con una caĂda de los precios de los bonos y las acciones en octubre. Luego, el repunte de fin de año comenzĂ³ poco antes de finales de ese mes tras las declaraciones de los miembros de la Fed que sugerĂan que no sĂ³lo se habĂa llegado definitivamente al final del ciclo de subidas de tipos de interĂ©s, sino que los recortes de tipos de interĂ©s para 2024 ya formaban parte de los debates en el comitĂ© de direcciĂ³n, el FOMC.
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1.2 Pocos perdedores en 2023 y grandes ganadores
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El rally de fin de año de 2023, que comenzĂ³ el 27 de octubre, reajustĂ³ los resultados de todo el año. SĂ³lo unas pocas clases de activos terminaron en nĂºmeros rojos: el Hang Seng perdiĂ³ un 1% y, lĂ³gicamente, las materias primas tambiĂ©n perdieron una media del 12%, impulsadas por la sorprendente debilidad del precio del petrĂ³leo (a pesar del conflicto de Oriente Medio) (el Brent perdiĂ³ un 10%)[1]. China fue incapaz de controlar de forma sostenible los problemas del mercado inmobiliario y los dirigentes del paĂs tambiĂ©n se abstuvieron de poner en marcha un paquete de estĂmulos como solĂan hacer en anteriores recesiones. A ello se sumĂ³ el interminable conflicto comercial con Estados Unidos y, en cierta medida, con Europa. En consecuencia, la regiĂ³n de Asia fue la que registrĂ³ los peores resultados entre los Ăndices bursĂ¡tiles de los mercados emergentes, con un 6%, mientras que AmĂ©rica Latina se mostrĂ³ fuerte, con un 25%, y Europa del Este, con mĂ¡s del 40%[2], ganadores dondequiera que se mire entre los principales mercados bursĂ¡tiles. En tĂ©rminos de Ăndices bursĂ¡tiles, las subidas desde el 27 de octubre han oscilado entre el 15% del Nikkei 225 y el 19% del Dax, con ganancias intermedias en el Stoxx 600 y el S&P 500. En el conjunto del año, los valores tecnolĂ³gicos han vuelto a dominar, con el Nasdaq logrando su mejor resultado desde 1999, con una subida del 5%. El segmento de crecimiento, con una subida del 43%, dejĂ³ muy atrĂ¡s a los valores de valor (12%). Los valores de pequeña capitalizaciĂ³n tambiĂ©n tuvieron un comportamiento relativamente dĂ©bil en comparaciĂ³n con los pesos pesados: Stoxx 200 Small Cap 8%, 15% para el Russell 2000, aunque su fuerte racha de fin de año da esperanzas para el año en curso. Las criptodivisas se situaron a la cabeza de los ganadores, a pesar de todas las convulsiones entre importantes participantes del mercado. El bitcoin, por ejemplo, fue capaz de ganar mĂ¡s de un 150%, probablemente apoyado tambiĂ©n por la aprobaciĂ³n de instrumentos financieros basados en criptodivisas por parte de la ComisiĂ³n del Mercado de Valores de Estados Unidos.
MĂ¡s allĂ¡ de eso, los bonos fueron, por supuesto, los que mĂ¡s llamaron la atenciĂ³n el año pasado, despuĂ©s de haber sufrido dos años negativos seguidos. El rendimiento corriente volviĂ³ a ser por fin atractivo: los bonos del Tesoro de EE.UU. arrojaron ocasionalmente un rendimiento corriente superior al 5% (la rentabilidad anual en todos los vencimientos fue tambiĂ©n superior al 5%, por primera vez desde 2000), los bonos de alto rendimiento de EE.UU. casi el 10% y los bonos corporativos europeos con grado de inversiĂ³n casi el 5%. En contraste con la brusca caĂda de los rendimientos a finales de año, en 2023 sĂ³lo hubo una direcciĂ³n para los bancos centrales, aunque el impulso se debilitĂ³ hacia el final: al alza. A lo largo del año, el Banco Central Europeo (BCE) aumentĂ³ el tipo de depĂ³sito del 2 al 4%, y la Reserva Federal subiĂ³ el lĂmite superior de sus fondos del 4,5 al 5,5%. La inflaciĂ³n subyacente tomĂ³ la otra direcciĂ³n, cayendo del 5,6 al 4,0% en EE.UU. de enero a noviembre y del 5,4 al 3,6% en la Eurozona.
Entre los rasgos inusuales de 2023 figura tambiĂ©n la volatilidad de los mercados. Como consecuencia de la crisis bancaria estadounidense, el Ăndice MOVE, que se basa en la deuda pĂºblica de Estados Unidos, registrĂ³ en marzo sus niveles mĂ¡s altos desde la crisis financiera de 2008 y terminĂ³ el año muy por encima de su media de los Ăºltimos diez años. La fluctuaciĂ³n de las acciones presentĂ³ un panorama bastante diferente. El Ăndice VIX, basado en el S&P 500, se encuentra en su nivel mĂ¡s bajo desde el estallido de la crisis del Covid y muy por debajo de su media de los Ăºltimos diez años. TambiĂ©n hay que mencionar a TurquĂa como un caso atĂpico interesante, cuya moneda se depreciĂ³ bruscamente frente al dĂ³lar: mientras que a principios de 2023 se obtenĂan menos de 19 liras por dĂ³lar, a finales de año eran casi 30 liras. Los bonos turcos denominados en dĂ³lares (JP EMBI Index) subieron un 16%, el mejor resultado dentro de los diez componentes del JP Morgan EMBI Global Diversified Bond Index.
2/ Perspectivas y cambios
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Evidentemente, las perspectivas para el conjunto del año 2024 no son fĂ¡ciles cuando los objetivos de final de año para '24 se fijaron hace casi dos meses y ya se han alcanzado en gran medida. Esto es aĂºn mĂ¡s cierto para las perspectivas a corto plazo. Ha prevalecido una narrativa clara y positiva entre los participantes del mercado; ahora la realidad macroeconĂ³mica debe seguirla. Lo primero y mĂ¡s importante, por supuesto, son los datos de crecimiento e inflaciĂ³n de EE.UU.. Aunque nuestras perspectivas para 2024 eran globalmente positivas, ahora vemos los mercados con un cierto grado de escepticismo, especialmente porque esperamos mĂ¡s vientos en contra para la economĂa estadounidense de los que los mercados estĂ¡n valorando ahora. Porque no hay que descartar una posibilidad: que la Fed tenga su propia narrativa. A saber, la preocupaciĂ³n de que la economĂa se enfrĂe demasiado, razĂ³n por la cual el banco central permitiĂ³ de buen grado que las fuerzas del mercado mejoraran las condiciones de financiaciĂ³n mediante el descenso de los rendimientos. En general, sin embargo, es probable que la carga de intereses para la mayorĂa de las empresas en 2024 se sitĂºe por encima de los niveles de 2023.
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2.1 Renta fija
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Seguimos esperando recortes de los tipos de interĂ©s por parte de la Fed y el Banco Central Europeo (BCE) a partir del segundo trimestre de 2024. Sin embargo, los datos mixtos en EE.UU. y la fuerte caĂda de los rendimientos del Tesoro a 10 años en el cuarto trimestre de 2023 invitan a la cautela. Es probable que los prĂ³ximos meses se caractericen por importantes fluctuaciones. Eso no es tan inusual. HistĂ³ricamente, los participantes en el mercado se han mostrado bastante volubles cuando la Fed empieza a acercarse al final de su ciclo de subidas de tipos. Esto significa ser flexibles. En los bonos corporativos en particular, verĂamos cualquier ampliaciĂ³n temporal de los diferenciales como una oportunidad de compra, sobre todo porque los fundamentos de muchas empresas siguen pareciendo sĂ³lidos, pero tambiĂ©n hay que ser paciente para estas oportunidades
Bonos del Estado
Es probable que el mercado de bonos del Tesoro estadounidense siga reaccionando con sensibilidad cada vez que se produzcan novedades sobre la economĂa estadounidense, las expectativas de inflaciĂ³n y la probable opiniĂ³n de la Reserva Federal sobre ambos aspectos. Los Ăºltimos 6 meses han demostrado claramente lo rĂ¡pido que los participantes en el mercado estĂ¡n dispuestos a cambiar de opiniĂ³n, incluso sin demasiados cambios reales y duraderos. Por lo general, los bonos del Tesoro a 2 años son menos sensibles a estos cambios de opiniĂ³n que los bonos del Tesoro a 10 y 30 años. Una lĂ³gica similar se aplica a la zona euro, con la diferencia de que los rendimientos de los bonos alemanes a 2 años siguen siendo mucho mĂ¡s rĂgidos que los de sus homĂ³logos estadounidenses, en torno al 2,5%. En este caso, se requiere agilidad incluso a corto plazo. Actualmente nos mantenemos neutrales, pero podemos imaginar fĂ¡cilmente que los mercados prevean demasiados recortes de los tipos de interĂ©s o muy pocos para el prĂ³ximo año, sobre todo porque las perspectivas de crecimiento no parecen halagĂ¼eñas. Mientras tanto, los bonos del Estado de Italia y, especialmente, de España siguen ofreciendo una prima de rendimiento significativa en comparaciĂ³n con los bonos federales.
Crédito Investment Grade
En el caso de los bonos estadounidenses con grado de inversiĂ³n (IG), la creciente convicciĂ³n de que la Reserva Federal ha dejado de subir los tipos de interĂ©s ha impulsado al alza las valoraciones. Ahora hay indicios de un aumento significativo de las nuevas emisiones estadounidenses en enero. Cabe esperar que los diferenciales vuelvan a ampliarse, al menos temporalmente. A pesar de la solidez general de los fundamentales y de un contexto econĂ³mico relativamente bueno, somos muy prudentes desde el punto de vista tĂ¡ctico. Dicho esto, las propiedades de inversiĂ³n positivas a largo plazo de esta clase de activos siguen intactas. En Europa, seguimos considerando especialmente atractivos los hĂbridos corporativos y preferimos los bonos senior del sector bancario.
Crédito High Yield
Tras el fuerte repunte de fin de año de 2023, los participantes en el mercado han puesto precio a un verdadero entorno Goldilocks para los bonos de alto rendimiento (HY). Esto aumenta el riesgo de correcciones significativas en los prĂ³ximos meses. Al fin y al cabo, sigue habiendo grandes incertidumbres en cuanto a la inflaciĂ³n, el crecimiento econĂ³mico y, para determinados sectores, la geopolĂtica. A los niveles actuales, puede que no haga falta que aumente mucho la percepciĂ³n del riesgo para que los rendimientos parezcan de repente insuficientes para compensar estos riesgos. En Estados Unidos, los volĂºmenes de nuevas emisiones tambiĂ©n se recuperaron en diciembre, mientras que las entradas de efectivo en el segmento fluctuaron bruscamente a lo largo de 2023. Los inversores deberĂan prepararse para una mayor volatilidad a corto plazo. Sobre todo en Europa, queda por ver cuĂ¡nto poder de fijaciĂ³n de precios pueden demostrar algunas empresas en el nuevo entorno. La cautela parece justificada en este primer trimestre.
Mercados Emergentes
TambiĂ©n en este segmento, el cambio de tendencia de los tipos de interĂ©s parece estar ya descontado. Dados los estrechos mĂ¡rgenes generales actuales, siguen siendo fundamentales un anĂ¡lisis reflexivo y una gestiĂ³n prudente de las inversiones. Seguimos prefiriendo emisores sĂ³lidos con valoraciones atractivas, especialmente en Asia. Al mismo tiempo, las entradas de efectivo globales siguieron siendo inconsistentes, mientras que la oferta primaria se desarrollĂ³ sĂ³lidamente. Para la clase de activos en su conjunto, esperamos niveles de entrada mĂ¡s atractivos, al tiempo que permanecemos atentos a oportunidades selectivas.
Euro vs DĂ³lar
Dada la baja liquidez estacional, suponemos que tambiĂ©n volverĂ¡ a aumentar la volatilidad en el mercado de divisas. El dĂ³lar podrĂa beneficiarse de ello en cierta medida. No obstante, no esperamos que el billete verde salga del rango relativamente estrecho de los Ăºltimos meses a principios de año.
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2.2 Renta VariableÂ
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A mediados de noviembre, hicimos una previsiĂ³n bursĂ¡til constructiva para 2024, con un potencial alcista de un solo dĂgito en todas las regiones. AfirmĂ¡bamos que los inversores dejarĂan de lado la actual recesiĂ³n econĂ³mica y se centrarĂan en la "luz al final del tĂºnel" provocada por las perspectivas de un suave aterrizaje econĂ³mico, una relajaciĂ³n monetaria y un crecimiento del BPA de un solo dĂgito.
Un mes despuĂ©s, la Navidad de 2024 ya se habĂa adelantado un año para los inversores en renta variable: Impulsados por la caĂda de los rendimientos estadounidenses a 10 años de mĂ¡s de 100 puntos bĂ¡sicos, los activos de riesgo ya han alcanzado o superado la mayorĂa de nuestros objetivos de Ăndices a 12 meses. A estas alturas, somos reacios a introducir cambios en nuestros objetivos a 12 meses. DespuĂ©s de todo, los tres supuestos bĂ¡sicos que los sustentan permanecen intactos, al menos por ahora. Para impulsar los mercados de renta variable mĂ¡s allĂ¡ de los niveles de finales de año, una previsiĂ³n de rentabilidad estadounidense significativamente inferior al actual 4,2% para diciembre de 2024 serĂa de gran ayuda, pero parece difĂcil de justificar. Alternativamente, nuestras previsiones de beneficios por debajo del consenso tendrĂan que aumentar. Sin embargo, una rĂ¡pida revisiĂ³n con nuestros especialistas regionales y sectoriales de DWS hace que este escenario sea poco probable en estos momentos. Por el contrario, esperamos que la mayorĂa de las empresas sigan ofreciendo orientaciones conservadoras para 2024 en la temporada de resultados del cuarto trimestre, ya que los elevados tipos de interĂ©s y la creciente prudencia de los consumidores perjudican a los beneficios. Por Ăºltimo, y en tercer lugar, si nos fijamos en la prima de riesgo de la renta variable estadounidense (ERP), el valor actual del VIX de 12 ya indica una conciencia muy baja del riesgo entre los inversores del percentil 90. Las primas de riesgo de la renta variable fuera de EE.UU. parecen menos exigentes, lo que respalda nuestra opiniĂ³n comparativamente positiva sobre Europa y JapĂ³n.
Dado que nos ceñimos a nuestros objetivos de Ăndices de renta variable a 12 meses, no perseguirĂamos al mercado en este caso. Creemos que la debilidad de los datos macroeconĂ³micos entrantes, la decepciĂ³n del mercado por los recortes anticipados de la Reserva Federal, los temores a que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca y las expectativas de consenso excesivamente optimistas sobre los beneficios empresariales en EE. UU. pueden ofrecer mejores puntos de entrada para los inversores tĂ¡cticos en renta variable en los prĂ³ximos meses.
Sobre la base de las valoraciones sectoriales relativas, mantenemos nuestra preferencia por Comunicaciones (sobreponderar) frente a TI (neutral) y Bienes de consumo duradero (sobreponderar) frente a Bienes de consumo perecedero (neutral) debido a la mejora de los precios y de la dinĂ¡mica de los inventarios en el primer grupo. Asimismo, hemos revisado al alza el sector inmobiliario cotizado, que ha pasado de infraponderado a neutral.
Es poco probable que los inversores en renta variable a largo plazo se preocupen demasiado por la granularidad anterior. En su lugar, es probable que se relajen y observen las perspectivas de tres años de relajaciĂ³n monetaria por delante; es posible que confĂen en la innovaciĂ³n continua que mantiene el crecimiento de los beneficios; y probablemente mantendrĂ¡n su fe en los beneficios a largo plazo de la capitalizaciĂ³n y la diversificaciĂ³n global.
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Mercado estadounidense
Seguimos pensando que el pivote anticipado de la Fed probablemente desencadenarĂ¡ una ampliaciĂ³n del liderazgo del mercado mĂ¡s allĂ¡ de los grandes valores tecnolĂ³gicos estadounidenses, cada vez mĂ¡s conocidos como los "Siete MagnĂficos" o los "Ocho Grandes", segĂºn la selecciĂ³n que se prefiera, a lo largo de 2024. Algo de esto ya se ha materializado en las Ăºltimas semanas, anticipĂ¡ndose a la finalizaciĂ³n del ciclo de subidas por parte de la Fed. Esperamos al menos una etapa mĂ¡s de esta ampliaciĂ³n a medida que los inversores en renta variable empiecen a descontar con mayor precisiĂ³n el calendario y el perfil de los recortes de tipos de la Fed.
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Mercado europeo
Mantenemos nuestra sĂ³lida calificaciĂ³n de "outperform" para las empresas europeas de pequeña y mediana capitalizaciĂ³n. En este sector en particular, sigue habiendo empresas sĂ³lidas que parecen atractivas incluso tras el buen comportamiento de los Ăºltimos meses.
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JapĂ³n
JapĂ³n sigue siendo atractivo, sobre todo porque los inversores han empezado por fin a dar crĂ©dito a las mejoras en la gobernanza empresarial, que llevan muchos años gestĂ¡ndose. En tĂ©rminos de valoraciĂ³n y como alternativa asiĂ¡tica a las acciones chinas.
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Mercados emergentes
Somos positivos respecto a los mercados emergentes. Nos centramos en valores asiĂ¡ticos seleccionados de los sectores del consumo, la tecnologĂa y las finanzas, sobre todo de la India, a travĂ©s de los cuales se puede participar en el crecimiento del paĂs mĂ¡s poblado del mundo. En general, preferimos empresas con mayor poder de fijaciĂ³n de precios y caracterĂsticas defensivas. A pesar de la evoluciĂ³n del ciclo econĂ³mico, seguimos siendo prudentes con los sectores con problemas estructurales y las empresas con balances dĂ©biles.
2.3 Alternativos
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Bienes inmuebles
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Las empresas inmobiliarias que cotizan en bolsa se han recuperado recientemente de forma significativa y hemos elevado el nivel del sector de infraponderado a neutral, como se ha señalado anteriormente. Sin embargo, en lo que respecta a las transacciones inmobiliarias, probablemente se tarde algĂºn tiempo en tocar fondo. Los fundamentos siguen siendo sĂ³lidos, con bajas tasas de desocupaciĂ³n y un fuerte crecimiento de los alquileres en la mayorĂa de los sectores y regiones.
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Oro
Esperamos que los precios del oro sigan recuperĂ¡ndose, impulsados por la proximidad de recortes de los tipos de interĂ©s en Estados Unidos. Es improbable que los riesgos geopolĂticos, o al menos su percepciĂ³n entre los participantes en el mercado, disminuyan a finales de 2024. Y ademĂ¡s, seguramente, continĂºen las compras masivas por parte de los bancos centrales y que apoyen el precio del oro.
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PetrĂ³leo
TambiĂ©n esperamos que los precios del petrĂ³leo aumenten durante los prĂ³ximos 12 meses; nuestra previsiĂ³n para el Brent es de 88 USD por barril a finales de 2024, frente a los 78 USD de hace poco. TodavĂa no hemos previsto ninguna interrupciĂ³n significativa del suministro en Oriente Medio debido a conflictos geopolĂticos, pero seguimos muy de cerca los acontecimientos actuales, especialmente en IrĂ¡n.
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2.4 DWS Alta ConvicciĂ³n
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Aunque nuestras perspectivas para 2024 eran globalmente positivas, ahora vemos los mercados con un cierto grado de escepticismo a medida que comienza el año. Parece que ya se estĂ¡n valorando demasiadas buenas noticias, mientras que no faltan posibles catalizadores negativos que podrĂan desencadenar correcciones. Esto significa ser flexible y selectivo, tanto con los bonos corporativos como con las acciones. Para aprovechar los retrocesos, merece mĂ¡s la pena que nunca un anĂ¡lisis fundamental exhaustivo, especialmente en el caso de las pequeñas capitalizaciones fuera de EE.UU.. Seguimos considerando que las empresas europeas de pequeña y mediana capitalizaciĂ³n son especialmente atractivas, sobre todo desde una perspectiva a mĂ¡s largo plazo.