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- Finanzas femeninas: los beneficios de la diversidad
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¿Recuerda el clásico bestseller de Deborah Tannen "You Just Don't Understand", de los años 90? Tannen, profesora de lingüística, argumentaba esencialmente que en las sociedades occidentales, las chicas y los chicos crecían en culturas bastante distintas, lo que les llevaba a utilizar el lenguaje de maneras diferentes y con objetivos distintos en la edad adulta.
Treinta años después, es obvio que ocurre lo mismo cuando hablamos de un concepto tan fluido como el género a través de las diferencias generacionales, incluso en cuestiones tan vitales como las finanzas femeninas.
Sabiduría monetaria femenina y exceso de confianza masculina
En los últimos años, la idea de que puede ser sensato, desde el punto de vista financiero, confiar el dinero a gestoras de fondos y a empresas de gestión de activos que se centran en la diversidad y el empoderamiento femenino se ha convertido en una opinión generalizada en gran parte del sector[1].
A los lectores más jóvenes -especialmente a los que tienen formación en finanzas conductuales- puede parecerles extraño que esto haya sido siquiera controvertido. No cabe duda de que ninguno de los dos sexos tiene el monopolio de los sesgos cognitivos que pueden resultar costosos[2], pero el exceso de confianza parece ser una tendencia especialmente masculina, no sólo en los humanos modernos.
Esto tiene importantes implicaciones para las estrategias de inversión y la gestión de fondos. Hace más de 20 años, un estudio ya clásico sobre una amplia muestra de inversores individuales concluyó que las mujeres superaban a los hombres en un 1,4% en rentabilidad neta anual ajustada al riesgo, en gran parte porque los hombres negociaban demasiado, lo que presumiblemente reflejaba un exceso de confianza[3]. Investigaciones posteriores a lo largo del tiempo y en múltiples países ofrecen una imagen más matizada. Como ocurre con muchos rasgos de comportamiento, existe una gran variación entre ambos sexos, que refleja tanto el aprendizaje como los entornos culturales.
El cambio lleva su tiempo, ya que las personas, las empresas y otras instituciones intentan reproducir ejemplos de éxito del pasado mediante el emparejamiento de patrones.
Cómo conseguir un cambio cultural
Por ejemplo, la incongruencia percibida entre los roles tradicionales de género femenino y un rol ocupacional que tradicional e "idealmente" ha sido masculino, como el de los conocidos inversores estrella, tendía a generar opiniones menos favorables de las mujeres en esos roles[4]. Cómo cambiar la cultura en lo que respecta al género es un tema peliagudo en muchos ámbitos de la vida, no sólo dentro de las finanzas.
"Incluso en la década de 2020, las mujeres siguen teniendo experiencias vitales y perspectivas diferentes. Para invertir, eso se traduce en necesidades, horizontes de inversión y hábitos diferentes", argumenta Katharina Seiler, gestora de carteras de DWS. "Incluir a más mujeres inversoras beneficia a nuestro negocio. Y lo que es igual de importante, tiene efectos en cadena beneficiosos para la economía y los mercados financieros en general."
Reducir la posibilidad de pensamiento de grupo
Numerosos estudios han demostrado que la diversidad puede conducir a procesos de toma de decisiones más sólidos, reduciendo el potencial de pensamiento de grupo y mejorando la gestión del riesgo, lo que potencialmente aumenta los rendimientos y reduce los riesgos de ganancias[5]. Los inversores pueden desempeñar un papel clave en esto, fomentando el empoderamiento femenino en todos los niveles[6]. A su vez, esperamos que este progreso sea útil para superar los prejuicios inconscientes contra otros grupos también, en la industria financiera y más allá.
La clave es que todos los miembros de un grupo que decide, por ejemplo, una estrategia de inversión, se sientan escuchados y seguros para expresar respetuosamente una opinión discrepante. Esto ayuda a resolver con éxito los conflictos, en lugar de suprimirlos. La diversidad, bien gestionada y fomentada, también abre el camino a soluciones nuevas y creativas. En pocas palabras, la superación de los prejuicios inconscientes puede mejorar nuestra comprensión común de los mercados financieros y hacer que los gestores de activos tengan más éxito.