La descarbonización de las empresas estadounidenses

Mientras los líderes del clima se reúnen en Nueva York la semana que viene, es necesario realizar serios esfuerzos para acelerar la descarbonización de la economía estadounidense. Esto parece más urgente que nunca, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos sólo han disminuido un 7% desde 1990^[1]en comparación con el descenso del 32% en la Unión Europea durante el mismo periodo^[2].

Pero ya se están empezando a tomar medidas. Por ejemplo, en Estados Unidos hay tres proyectos de ley que suponen un gasto federal de 2 billones de dólares^[3] para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones^[4]. Con ellos se pretende impulsar las inversiones en ámbitos como la fabricación nacional, las tecnologías limpias, la agricultura eficiente desde el punto de vista climático y la captura de carbono. Todas las miradas están puestas ahora en las empresas estadounidenses, ya que el gráfico de esta semana muestra cómo el S&P500 tiene uno de los porcentajes más reducidos de empresas que fijan objetivos científicos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con otros índices de referencia de renta variable del G7.

Con un 42% de los componentes del S&P500 que establecen objetivos y compromisos basados en la ciencia (SBT, por sus siglas en inglés), esta cifra es inferior a la de sus homólogos europeos, con Francia a la cabeza del G7 con un 88%^[5].Sin embargo, no todo está perdido, ya que los inversores pueden contribuir a aumentar estos porcentajes.

Nuestras últimas investigaciones revelan por qué la creación de índices de referencia de renta variable de Acción por el Clima por parte de varios proveedores de índices puede ayudar a incentivar a las empresas en sus vías de descarbonización, ya que a menudo incorporan los objetivos de sostenibilidad como una variable en la construcción de carteras^[6]. El tiempo puede demostrar que si no se asumen tales compromisos se corre el riesgo de eliminar a las empresas de ciertos universos de inversión. Por lo tanto, vemos la Semana del Clima de Nueva York como una oportunidad para mostrar a las empresas por qué los objetivos basados en la ciencia son tan importantes y por qué los inversores deberían considerar los índices de referencia de Acción por el Clima como un vehículo de inversión atractivo, especialmente para aquellos inversores de América y Asia que pueden no guiarse por la normativa europea sobre índices de referencia climáticos^[7].