- Inicio »
- Mercados y Estrategias »
- Estrategias »
- Renta Variable »
- ¿Qué supone la política climática de Biden para los inversores? Que América vuelva a ser verde
- La protección climática es una de las prioridades principales del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
- Durante los próximos cuatro años, Biden planea invertir en torno a 2 billones de dólares en varios proyectos y sectores.
- Asimismo, las políticas del presidente estadounidense también fijan como objetivo la innovación y la justicia social, áreas que podrían ser interesantes para inversores orientados a la sostenibilidad.
para leer
Cuando el presidente número 46 de Estados Unidos, Joseph Biden, juró el cargo el 20 de enero de 2021, prometió avanzar en materia de protección climática. En este escenario, hay mucho que reparar, restaurar y reconstruir si, como está previsto, Estados Unidos quiere ser climáticamente neutro de cara al año 2050. Este contexto puede crear una oportunidad para que los inversores se beneficien de la ya esperada oleada de inversiones verdes en Estados Unidos.
De forma inmediata, las palabras de Biden se materializaron en acciones. En su primer día, Estados Unidos se reincorporó al Acuerdo de París. Ya hacía más de dos años que su predecesor, Donald J. Trump, se había retirado de este compromiso, al que prácticamente se habían sumado todos los países del mundo con el objetivo de poner un límite legal vinculante a la subida de las temperaturas globales, en comparación con la era preindustrial, de menos de dos grados centígrados.
Pero, ¿qué planea exactamente el nuevo inquilino de la Casa Blanca y qué oportunidades podría crear para los inversores?
Después de China, Estados Unidos es el mayor emisor mundial de CO2. Esto va a cambiar a través del impulso de la tecnología verde.
Que Estados Unidos sea climáticamente neutro, como muy tarde, en 2050
Hoy en día, Estados Unidos es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo por detrás de China y tiene un número significativamente menor de habitantes. Queda aún mucho trabajo por hacer si este país, altamente desarrollado e industrializado, quiere alcanzar la neutralidad climática en los próximos treinta años. Así, por ejemplo, Estados Unidos debe hacer grandes inversiones en fuentes de energía renovables: este es el único camino para asegurar unas reservas energéticas neutrales en carbono a nivel nacional de cara al futuro. Del mismo modo, Biden quiere impulsar el desarrollo de las nuevas tecnologías en áreas como la reserva de energía y el uso del hidrógeno, así como promover la tecnología verde en la agricultura.
Un Plan de Energía Limpia que prevé alrededor de 2 billones de dólares de inversiones
En consecuencia, dentro del marco del Plan de Energía Limpia de Biden, se van a invertir en torno a 2 billones de dólares en protección climática durante los próximos cuatro años. Junto a la generación de energía limpia, la expansión y renovación de los sistemas de abastecimiento de agua y las redes eléctricas y de banda ancha son una prioridad. Adicionalmente, en el plan también se contempla una modernización de los edificios con el fin de que sean eficientes a nivel energético y, además, las nuevas viviendas y pisos mejorarán en términos de tecnología climática. La movilidad también será un tema a tener en cuenta: el nuevo gobierno de Estados Unidos quiere promover los coches eléctricos y equipar a las ciudades de más de 100.000 habitantes con un transporte público libre de emisiones.
“El plan climático de la nueva administración estadounidense es una buena noticia para aquellos inversores que pensaban que este barco ya había zarpado”, afirma Tim Bachmann, manager del DWS Invest ESG Climate Tech fund. Ciertamente, los últimos años han sido buenos e incluso muy buenos para los operadores de plantas eólicas, solares y geotérmicas, así como para los proveedores de componentes como turbinas.
“Hasta ahora, para ellos el viento de cola ha venido de estados concretos de Estados Unidos que decidieron cubrir, antes de la era Biden, sus necesidades energéticas con el 100% de electricidad verde antes de 2050”, explica Bachmann. Sin embargo, la política climática de Biden lleva estos aspectos un paso más allá. Por ello, su fondo se va a centrar aún más en la generación de energía solar y en soluciones para optimizar la eficiencia energética del mercado inmobiliario.
La agenda climática de Biden busca hacer que Estados Unidos sea más verde y más justo a nivel social.
El nexo entre la política climática y la justicia social es característico dentro de la agenda climática de Biden de forma que, por ejemplo, las comunidades desfavorecidas y con bajos ingresos van a recibir un 40% de las inversiones en energía sostenible e infraestructuras. De este modo, Biden no solo quiere reducir las emisiones de CO2 y promover las tecnologías e infraestructuras verdes, sino que su programa de inversiones también busca crear nuevos puestos de trabajo, construir industrias sostenibles y alcanzar una mayor justicia social.
“Esta combinación a la hora de abordar cuestiones sociales y medioambientales mientras se promocionan varias innovaciones y sectores ofrecerá oportunidades interesantes de rentabilidad para los inversores orientados a la sostenibilidad”, sostiene Bachmann.
El cambio climático seguirá siendo un tema de inversión a largo plazo
Bachmann está convencido de que el cambio climático va a seguir siendo un tema de inversión relevante durante mucho tiempo.“Incluso aunque hay muchos países y empresas que se han comprometido firmemente en este terreno y que ya han conseguido mucho, todavía existen muchos proyectos que están dando sus primeros pasos”, argumenta. “Creo que este tema todavía tiene un potencial de desarrollo considerable”.
La visión de la neutralidad climática, hacia la que aspiran más de 125 países de todo el mundo, es solo el punto de partida.“Hay proyectos piloto en fase inicial para retirar el CO2 que ya se ha emitido a la atmósfera para que, en algún momento, podamos alcanzar un balance de carbono negativo”, explica Bachmann.
Adicionalmente, y además de luchar contra el cambio climático, también debemos adaptarnos a sus consecuencias irreversibles, como es el caso de la escasez de agua. Este tema también fomenta la fuerza innovadora de las empresas, amplía el espectro de inversión y puede crear buenas oportunidades de entrada y rentabilidad para los inversores.