Aparte de la selección de acciones en sí, los inversores suelen preocuparse por el timing del mercado: no quieran invertir su dinero en ‘el momento equivocado’ y pagar por ello. Este miedo de perderse el ‘mejor’ precio es algo que muchos inversores tienen en mente y a veces los paraliza provocando que esa oportunidad de inversión se esfume.

Imposible predecir los altibajos

Alcanzar un precio bajo en el mercado bursátil es una misión casi imposible. Cuando sucede, suele ser una cuestión de suerte. Además, se necesita mucho arrojo para comprar cuando otros están vendiendo: los inversores son seres sociales a los cuales no les gusta enfrentarse a la multitud. Por lo tanto, no es de extrañar que muchos inversores se vean afectados por la euforia general cuando los precios se disparan. Porque si todo el mundo está comprando, entonces es lo que hay que hacer, ¿verdad?

Sin embargo, todo el esfuerzo por encontrar el momento óptimo ¿vale la pena realmente?. Los analistas del DWS Research Institute consideran que el timing del mercado puede tener una fuerte influencia en la rentabilidad a corto plazo, pero a largo plazo, estas diferencias desaparecen.

Alto precio y corto plazo

Los inversores que compraron acciones estadounidenses en abril de 2000, por ejemplo, lo hicieron en un momento de valoraciones extremadamente altas. Después sobrevino una de las peores caídas de precios de la historia del mercado. En más de cinco años, la rentabilidad anual de los máximos fue de menos cuatro por ciento mientras que en más de diez años, menos el uno por ciento. En cambio, aquellos que entraron en el mercado doce meses después del máximo, disfrutaron de una rentabilidad anual de dos por ciento en los siguientes cinco años.

A largo plazo, el impacto del timing del mercado se reduce. En un horizonte de inversión de 15 años, la rentabilidad anual de una compra en el punto máximo del mercado y de una compra doce meses más tarde, solo estaban separados por un punto porcentual. La paciencia reduce las diferencias del timing en la rentabilidad y pone en primer plano la asignación de activos. En este sentido, según los expertos del DWS Research Institute, la asignación de activos representaba el 90% de la rentabilidad de la cartera.

Por tanto, aquellos inversores que deseen invertir a largo plazo, deben prestar atención a la combinación perfecta de activos en su cartera. En este sentido, los fondos multiactivos.

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