Los bonos asiáticos, una opción atractiva para nuestra cartera

En el pasado, habitualmente la renta fija asiática desempeñaba un papel secundario en los mercados internacionales. No obstante, desde entonces las condiciones han mejorado y los mercados de bonos asiáticos tienen ahora un mayor alcance y profundidad. China ha modernizado su economía a una velocidad vertiginosa. Desde que se abrió al resto del mundo hace unos 40 años, el país ha crecido a un ritmo vigoroso hasta convertirse en la segunda potencia mundial por detrás de Estados Unidos. Actualmente, el motor chino, el acuerdo de libre comercio asiático, así como la estabilidad de los precios del petróleo y la estabilidad del dólar estadounidense, resultan un apoyo fundamental para una de nuestras clases de activos favoritas.

El crédito asiático comenzó el año sin cambios, ya que la reducción de los diferenciales de crédito se vio compensada por el aumento de la rentabilidad del Tesoro estadounidense y continuó ajustando sus movimientos a principios de año, a medida que la incertidumbre sobre las elecciones presidenciales en EE.UU. quedaba atrás y el despliegue de las vacunas para atacar la COVID-19 a nivel mundial comenzaba a aterrizar. El mercado de nuevas emisiones fue muy activo, teniendo en cuenta que los emisores se apresuraron a acudir al mercado al principio del año para aprovechar los bajos tipos de interés y la amplia liquidez del mercado.

Concretamente, el fondo DWS Invest Asian Bonds es un vehículo que invierte gran parte de su cartera en bonos corporativos, la mayoría de los cuales provienen de países como Indonesia, China e India. Sin embargo, algunos bonos de economías más maduras como Australia y Japón también están incluidos en la cartera. Para elegir la mejor renta fija tratamos de concentrarnos en menor medida en las condiciones económicas globales y más en las características específicas de los emisores corporativos.

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