El ataque frontal de la administración Trump al comercio global afectará también a Europa. No obstante, la principal consecuencia podría recaer sobre el mercado de valores estadounidense especialmente debido a la considerable brecha de valoración entre EE.UU y Europa. En conjunto con la reforma del freno a la deuda de Alemania, esto hace que las acciones europeas resulten relativamente atractivas en el contexto actual.