03.06.2022 Gráfico de la semana

Contaminación por plásticos y salud medioambiental y humana

El Día Mundial de los Océanos es una buena ocasión para revisar el estado de este recurso natural, cuya protección también es importante desde el punto de vista de los inversores.

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Día Mundial de esto, Día Mundial de lo otro. No hay un día del año que no sea usado por un grupo u organización para darle visibilidad a alguna causa. El miércoles 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, cortesía de Naciones Unidas, y nos atrevemos a decir que este es un día que merece recibir más atención que casi cualquier otro «Día Mundial de» porque el estado de los océanos tiene importantes implicaciones para la salud y el funcionamiento del mundo y, por lo tanto, para nuestra propia supervivencia. ¿Por qué? Para empezar, los océanos cubren el 70% de la superficie del planeta, pero el 91% de la flora y la fauna marinas aún no se han clasificado. Más de 3300 millones de personas dependen de los océanos para cubrir gran parte de sus necesidades diarias de proteína[1]. Además, los océanos absorben al menos un 25% de nuestras emisiones de CO2[2]. Sin embargo, los tratamos muy mal, en muchos sentidos. Hoy nos centraremos solo en uno: el (mal) uso de los océanos como un enorme basurero. Y nos centraremos en un tipo concreto de basura: el plástico, que, por la acción del agua, se acaba convirtiendo en microplástico. Cada año, hasta 12 millones de toneladas de plásticos (el equivalente a un camión de basura por minuto) acaban en los océanos[3]. Se han encontrado restos de plásticos en el Ártico y en las profundidades abisales. Por si fuera poco, cada semana ingerimos el equivalente a una tarjeta de crédito de microplásticos, lo que probablemente está afectando a nuestra salud[4]. Los microplásticos absorben sustancias químicas tóxicas como la oxibenzona, que se usa en los filtros de protección solar y puede contribuir a la muerte del plancton[5].

Escenarios para reducir la contaminación por plásticos de los océanos

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El gráfico muestra el volumen de plástico que se estima que acabaría en el océano en diferentes escenarios. Como puede verse, aunque los escenarios ex ante (Reducir y sustituir) y ex post (Recoger y eliminar; Reciclar) reducen los volúmenes anuales con respecto al escenario base (Seguir como hasta ahora), no logran reducirlas por debajo de los niveles de 2016. Solo un escenario que integre ambos enfoques (Cambio de sistema) podría reducir significativamente la cantidad de plástico que acaba en los océanos.

Fuentes: SYSTEMIQ y Pew Charitable Trusts, julio de 2020. DWS Investment UK Ltd, a 1/6/2022.

 

La situación es deprimente. Pero nuestro Gráfico de la Semana resume las recomendaciones de los expertos[6] para reducir en un 80% la contaminación por plásticos de los océanos. Para lograrlo, debemos:

  • ralentizar el crecimiento del uso de plásticos;
  • reducir los microplásticos procedentes de polvo de neumáticos (la fuente principal), textiles, pellets de plástico y productos de higiene personal;
  • reducir la contaminación ligada a la navegación y la pesca;
  • sustituir el plástico por papel y materiales compostables;
  • reducir las exportaciones de residuos plásticos;
  • rediseñar los productos y los embalajes de plástico para mejorar su reciclado;
  • ampliar las capacidades de recogida de residuos en países de rentas bajas y medias;
  • duplicar el reciclaje mecánico, y
  • convertir algunos residuos plásticos en otros plásticos.

Con estas acciones, podríamos reducir las emisiones de carbono un 25%, crear 700.000 puestos de trabajo y generar oportunidades de inversión en las empresas que ofrezcan soluciones.

El mundo está empezando a reaccionar: los gobiernos han acordado negociar un tratado jurídicamente vinculante para acabar con la contaminación por plásticos[7], mientras que más de 1000 empresas y gobiernos que representan el 20% del uso mundial de plástico ya están reduciendo, rediseñando y reemplazando su uso de plástico[8]. Los inversores también desempeñan una función importante a la hora de promover que las empresas que fabrican embalajes y contenedores de plástico tomen medidas[9].

Reducir la demanda de plástico podría tener consecuencias para las empresas químicas. El 75% de la producción europea de plástico se concentra en 87 químicas cotizadas. Sin embargo, como señala Planet Tracker[10], pocas de estas empresas se están viendo presionadas por los inversores para adoptar prácticas de producción de plástico más sostenibles.

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1. DWS, octubre de 2021. Oceans and climate – exploring the nexus

2. https://www.carbonbrief.org/guest-post-the-oceans-are-absorbing-more-carbon-than-previously-thought/

3. https://wasserdreinull.de/en/knowledge/microplastics/

4. WWF, 2019. Evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza

5. https://www.goesfoundation.com/

6. SYSTEMIQ y Pew Charitable Trusts, julio de 2020. Breaking the Plastic Wave

7. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), marzo de 2022. Día histórico en la campaña para combatir la contaminación por plásticos

8. Fundación Ellen MacArthur, 2022. Plastics pact network

9. Planet Tracker, abril de 2022. Plastic industry’s transition towards a sustainable future

10. Planet Tracker, mayo de 2022. Investor capital at risk from EU plastic industry’s business as usual model

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