29.09.2022 Renta Variable

Esencia versus crecimiento: ¿una cuestión fundamental para los inversores?

"Value" versus "growth", esencia versus crecimiento: la eterna batalla de las filosofías de inversión está entrando en un nuevo capítulo. Pero, ¿cuál es el razonamiento que existe detrás de esto y qué estrategia es la más adecuada?

  • Mientras que las acciones “growth” se están debilitando, las acciones “value“ están experimentando una recuperación inesperada.
  • El aumento de los tipos de interés eleva los costes de financiación de las inversiones “growth” a largo plazo.
  • Sin embargo, si comparamos podemos observar que no hay un claro ganador. Ambas filosofías tienen sus puntos fuertes.
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¿Growth o Value?

Casi ninguna pregunta se discute con más pasión entre los inversores.

En los últimos años, las acciones growth”, aquellas que prometen grandes ganancias futuras, generalmente han liderado el campo. Por lo tanto, no solo los precios de sus acciones, sino también los índices, como el ratio precio-beneficio (P/E), aumentaron considerablemente.

Ahora parece haber un cambio, con la esencia repentinamente como el principal objeto de deseo de los inversores. Las acciones “value”, aquellas que prometen rentabilidades estables y predecibles, están regresando, mientras que las acciones “growth” se están evitando.

Razón suficiente para echar un vistazo más de cerca a las dos categorías. ¿Qué son, en qué se diferencian las dos filosofías de inversión y cómo se puede saber qué acciones corresponden a cada tipología?

¿Qué son las acciones “value”?

Las empresas con acciones “value” se centran en los títulos existentes. Por lo general, han tenido éxito durante muchos años, tienen un modelo de negocio establecido y poca deuda, y se benefician de una posición de mercado sólida y bien asegurada con poca competencia.

Estas empresas suelen crecer sólo moderadamente. Por otro lado, a menudo generan grandes ganancias de manera bastante confiable y pueden ofrecer a los inversores pagos de dividendos atractivos.

¿Por qué podría preferir las acciones “value”?

Los inversores “value” están interesados ​​principalmente en el presente. Preguntan qué valor existe actualmente en una empresa y cuál es su situación actual de beneficios. Luego comparan esta información con el mercado de valores.

El clásico estratega “value” solo puede invertir en empresas con valoraciones bursátiles inferiores al valor actual de sus activos, con la esperanza de que las primeras eventualmente igualen a las segundas. Otros tienden a buscar compañías que paguen ganancias consistentemente altas para poder refinanciar su precio de compra con bastante rapidez.

El valor se puede determinar sobre la base de cifras clave, como la relación precio-beneficio (relación P/E) o la relación precio-libro (relación P/B). Una alta rentabilidad de los dividendos también es un buen indicador de una acción “value”, especialmente si los dividendos se han pagado de manera constante y confiable durante un largo período.

¿Qué son las acciones de “growth”?

Las empresas “growth” se caracterizan, como sugiere su nombre, por su constante orientación al crecimiento. A menudo se esfuerzan por ingresar a nuevos mercados o tratan de desplazar agresivamente a los competidores más débiles y obtener una posición dominante en su mercado. En definitiva, su modelo de negocio está orientado hacia el futuro.

En contraste con los valores intrínsecos, las empresas “growth” a menudo invierten en el crecimiento, por ejemplo, investigando nuevos productos, construyendo instalaciones de producción modernas o invirtiendo fuertemente en marketing. Las consecuencias son a menudo una deuda relativamente alta y ganancias comparativamente bajas en el presente. Además, las empresas “growth” a menudo prefieren invertir las ganancias en alcanzar un mayor crecimiento, no para distribuirlas entre los inversores. A menudo pagan solo pequeños dividendos, o ninguno.

¿Por qué podría preferir las acciones “growth”?

En los últimos años, las acciones “growth” han tenido una gran demanda entre los inversores, que se sintieron atraídos por las supuestas buenas perspectivas para el futuro y los elevados márgenes de beneficio resultantes. Las acciones “growth” también se vieron impulsadas por el largo período de tipos de interés muy bajos. Esto hizo posible que las empresas obtuvieran capital para financiar objetivos de crecimiento a muy bajo coste. Actualmente, eso está cambiando. 

Los índices de evaluación de las empresas “growth” suelen ser significativamente más altos que los de las empresas “value”. Por lo tanto, obviamente son más caros. Sin embargo, esto no tiene por qué ser una desventaja. Con un fuerte crecimiento, que también debería reflejarse en el aumento de las ganancias, el ratio PER puede estar bastante justificado. Las empresas crecen literalmente hasta alcanzar las altas valoraciones previstas. Los inversores en dichas acciones normalmente se benefician más del aumento de los precios y menos de los pagos de dividendos.

¿Qué factores han impulsado históricamente la elección?

La inversión “value” se hizo popular debido a su uso por leyendas de los mercados bursátiles como Benjamin Graham y Warren Buffet. Sin embargo, después de la crisis financiera, los bajos tipos de interés, además del rápido desarrollo tecnológico en muchas áreas, hicieron que las acciones “growth” fueran cada vez más atractivas para los inversores. El cambio actual del mercado financiero, debido al aumento de los tipos de interés, entre otras cosas, ahora parece haber hecho que la inversión “value” vuelva a ser más atractiva.

¿Growth or Value?

Esta pregunta no puede responderse de manera inequívoca. En los últimos diez años, uno ciertamente lo habría hecho mejor con una estrategia “growth”. Si bien las acciones tecnológicas, por ejemplo, a veces generaron rentabilidades de ensueño, las acciones “value” apenas avanzaron durante este tiempo.

En última instancia, la decisión sobre la estrategia de inversión adecuada depende de lo que quiera el inversor. Aquellos que valoran los pagos regulares de dividendos deberían tender hacia el “growth”. Para aquellos que están más orientados al largo plazo y no les importa el riesgo, las acciones “growth” suelen ser la mejor opción. 

No existe un consenso general sobre qué clase de activo es mejor. Ninguna clase de activo puede proteger contra pérdidas. Por lo tanto, los inversores están bien posicionados con una cartera ampliamente diversificada, ya que es menos susceptible a las fluctuaciones de precios y puede garantizar una rentabilidad general equilibrada.

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